Estreñimiento en el niño pequeño

El estreñimiento es la dificultad para la emisión normal de heces. El número de deposiciones diarias es muy variable, y puede oscilar entre 3 veces al día hasta una vez cada 3 días. Cuando la frecuencia es inferior a 1 cada 3 días ya se considera estreñimiento. Los bebés lactantes pueden hacer una deposición cada vez que realizan una toma.

En el estreñimiento, las heces son duras y su expulsión suele producir dolor.

Hay que sospechar que el niño sufre estreñimiento si tiene dolor de barriga o gases y si hace esfuerzos para defecar, pero no puede y le duele.

El estreñimiento puede ser debido a diversos factores:

  • Cambios de rutina (retirada del pañal, cambio de dieta, enfermedades).
  • Situaciones emocionales (cambio de domicilio, nacimiento de un hermano).
  • Pequeñas lesiones alrededor del ano que hacen que deje de ir al baño. Si el niño siente dolor en el momento de la defecación, intentará evitarlo retrasando la eliminación de heces, pero al final solo conseguirá tener que eliminar heces más duras y más grandes, lo que le causará más dolor y se reforzará su idea de que debe retener la deposición lo máximo posible.
  • Retraso voluntario del momento de la defecación porque el niño está distraído con otros asuntos o, simplemente, porque no quiere hacer deposición en el inodoro del colegio.

¿Qué puedo hacer?

  • Los bebés alimentados con leche materna no suelen tener estreñimiento, pero sí los que toman biberón. En estos casos, es posible que necesiten una leche especial, que indicará el pediatra.
  • Hay que evitar que el niño tenga dolor cuando hace la deposición. Por eso, ante todo hay que tratar las lesiones anales que puedan aumentar el dolor (fisuras, inflamaciones del ano, etc.), y también darle un medicamento laxante que ablande las deposiciones y estimule las ganas de defecar para restablecer un hábito intestinal normal. Los laxantes solo deben usarse si se los receta el pediatra.
  • Facilita que vaya al retrete cuando tenga ganas, no le hagas esperar ni reprimir esas ganas.
  • Es fundamental favorecer un hábito regular. Puede ser útil sentarle en el inodoro después de las comidas, al menos 5-10 minutos cada vez, sin prisas y sin distracciones, animándole cuando consiga hacer deposición y no preocupándose demasiado si las primeras veces no lo consigue.
  • Utiliza un orinal o retrete para niños o coloca un adaptador en el inodoro de casa. Si el niño puede apoyar los pies en el suelo, le será más fácil hacer el esfuerzo; si no llega, puedes colocarle un banquito.

 

Fuentes: Asociación Española de Pediatría, https://enfamilia.aeped.es/temas-salud/estrenimiento-en-nino-pequeno; Guía Práctica de Salud SemFyC, https://www.semfyc.es/wp-content/uploads/2021/12/17_Unidad_2020-5-1.pdf