Todos esperamos la llegada del verano para poder disfrutar de la naturaleza o tomar el sol y bañarnos en playas y piscinas. Sin embargo, cuando el calor es muy intenso, pueden originarse situaciones de riesgo para nuestra salud. Las situaciones de mayor riesgo son:
- Temperaturas superiores a los 36 grados, mantenidas durante varios días seguidos, con noches muy calurosas sin apenas descenso de temperatura.
- Elevada humedad en el ambiente.
- Días sin viento que dificultan la ventilación.
- Viviendas muy calurosas, con poca ventilación.
- Realizar ejercicio físico o trabajos pesados, expuestos durante muchas horas a un exceso de calor.
¿Qué es un golpe de calor?
Para que el cuerpo humano funcione correctamente, debe mantener una temperatura corporal media cercana a los 36,8 ºC. Para mantener una temperatura adecuada, cuando hace mucho calor, el cuerpo se ve obligado a poner en marcha sus mecanismos de defensa para disipar el calor sobrante. El problema es que su capacidad para eliminar calor -a través de mecanismos como el sudor, que permite enfriar la piel- es limitada. Puede ocurrir entonces que la temperatura corporal se eleve por encima de lo normal, provocando un mal funcionamiento general de todos los sistemas del cuerpo.
Las personas que pueden verse más afectadas por el golpe de calor son los bebés, los ancianos, los enfermos crónicos, las personas con sobrepeso y los deportistas.
¿Cuáles son los síntomas?
En un primer momento, los síntomas más habituales son dolor de cabeza, mareos, náuseas y vómitos. Posteriormente, pueden aparecer otros síntomas, como calambres, elevación de la temperatura corporal (en 10-15 minutos puede subir hasta los 40º), convulsiones, e incluso alteración de la conciencia o desorientación.
¿Cómo prevenir un golpe de calor?
Para evitar un golpe de calor, es importante seguir cuatro consejos básicos:
- Mantener una correcta hidratación, bebiendo 2-3 litros de agua diarios.
- Realizar comidas ligeras y sin consumo de alcohol.
- Vestir ropa ligera y mantener los ambientes ventilados.
- No realizar actividades físicas en las horas de máximo calor.
¿Qué hacer ante un golpe de calor?
El golpe de calor es una situación de gravedad que requiere una intervención médica urgente. Sin embargo, si no es posible pedir ayuda o mientras esta llega, pueden tomarse algunas medidas:
- Llevar a la persona afectada a un lugar con sombra y lo más fresco posible.
- Colocarla en posición semisentada, con la cabeza levantada para favorecer la respiración y que pueda entrar aire.
- Tratar de reducir la temperatura corporal, quitándole algo de ropa, dándole aire con un abanico o un ventilador, y aplicando compresas de agua fría en la frente, la nuca, el cuello y otras partes del cuerpo.
- Darle a beber agua fresca a pequeños sorbos (no de golpe) para rehidratarse.
Fuentes:
- https://www.semfyc.es/wp-content/uploads/2016/07/Prevencion_efectos_calor.pdf
- https://www.kernpharma.com/es/blog/el-golpe-de-calor-causas-y-prevencion
- https://www.sanitas.es/sanitas/seguros/es/particulares/biblioteca-de-salud/prevencion-salud/insolacion.html